Elecciones aqui y alli y más allá....

.....y pasó lo que tenía que pasar en Francia, lo que suponíamos..¿por qué las cosas suelen ser tan previsibles a veces?
Hoy ha habido elecciones autonomícas y regionales en España, a estas horas todo menos algunos más realistas, se declaran claros vencedores.
El pulso de lo que pueda pasar en las generales está ahí.
Y la sensación de una extranjera en proceso de identificación con una historia que le es ajena de que las diferencias básicas estan en pie, como hace 70 años en la esencia del ser de este lado de los Pirineos.

Royal vs Sarkosy

Un debate que fué seguido por 25.000.000 de personas.
Dos modelos y un imposible.
El objetivo: ganar los votos del centro.
Ella ataca, se juega algo más que una candidatura, es una mujer con trayectoria política en un país de pensamiento abierto respecto a la mujer, pero representa los valores de la izquierda, que en Francia se relaciona demasiado con aquello que muchos ciudadanos, consideran el origen de sus males: la inmigración, las ayudas estatales desmedidas, la violencia, el tedio de la falta de proyecto socila y económico.
Un francés votante de Le Pen (los hayy...sí señor) me comentaba antes de las elecciones que todos los males de Francia tienen que ver con el hecho innegable de que aquel que sepa como moverse entre trámites y burocracia, puede vivir sin trabajar y eso cuesta caro muy caro.
Debo decir que su razonamiento es coherente.
Pero cuando Sarkosi ataca la jornada laboral de 35 horas semanales con el argumento de lo caro que resulta en términos de pensiones, repite el modelo, no crea nada, y lo peor, ni siquiera lo intenta.
El estado paternalista francés poco tiene que ver con el de los países nórdicos, que parece haber resuelto la contradicción en una mezcla impensable: monarquías constitucionales, socialismo democrático y cierto aislamiento, que garantiza la estabilidad. Impensable pero exitoso.
Ella ataca, el recibe los golpes, sin devolverlos, justificándose.
Ella quiere demostrar fuerza; él sobriedad y continuidad de ideas, no teme decir que no permitirá el agrupamiento familiar si no se puede garantizar que esa familia podrá pagar un techo.
Francia tiene mala memoria: sus inmigrantes son sus propios ciudadanos de segunda que su antiguo expansionismo colonialista engendró.
Royal es una apuesta fuerte, generaría un extraño desequilibrio en la Europa contradictoria y globalizada que intenta sobrevivir sin aceptar algunas verdades.
Pero el miedo al cambio del francés `promedio, aquel que ya ha amortizado su bienestar quizás impida encontrar la salida de la entropía.
Habrá que esperar a la segunda vuelta.