Saturday, June 30, 2007







America V

Argentina se ha convertido en un gran campo de soja.
Las exportaciones de ésta oleaginosa, mantienen alto los indicadores económicos.
El campo vive una fantasía, mientras la falta de rotación va agotando lentamente los suelos.
Al mismo tiempo, USA, pone las fichas en el biodiesel, y levanta barreras proteccionistas para fomentar la siembra de maíz.
no veo la diferencias con als antiguas políticas de enclaves que gestaron nuestras republicas "bananeras"
¿A que jugamos?
Durante el apogeo de la globalización, se nos decía que las políticas estatales ya no importaban, y que las empresas eclipsarían a los estados.
La globalización fue el último disfraz de los desequilibrios del poder mundial.
En vez de buscar una respuesta común y cooperativa a las crisis mundiales de sobreproducción, cíclicas en el sistema capitalista; al estancamiento y la degradación mediambiental, las elites han competido entre sí.
El gobierno de Bush ha impulsado una política basada en un dólar débil para fomentar el crecimiento económico de USA a expensas de Europa y japón.
También se ha negado a firmar el protocolo de Kioto obligando al resto a asumir los costes del ajuste medioambiental.
El proteccionismo americano descarado está dejando graves consecuencias no solo económicas en países como Argentina.
Una profunda crisis moral y un futuro oscuro, aparecen en el castigado horizonte de América latina, a pesar de que el ding dong ideológico, propugna la aparición de figuras carismáticas como Morales, controvertidas como Chavez o ambiguas como Lula, que pretenden recuperar la dignidad de los discursos.
Desde la perspectiva actual, la globalización no parece haber sido una fase nueva del capitalismo, sino una respuesta medieval a las crisis de los sistemas d eproducción.
La tarea es gestionar la retirada sin sembrar el caos.
¿misión imposible?